miércoles, 19 de noviembre de 2008

ACERCA DE LAS CLASES....


La voz es el instrumento “natural” del ser humano. Con ella nacemos y es la que nos permite, en gran parte, comunicarnos con los demás, no solo a través de las palabras, sino también a través de sonidos y melodías: el canto.
Cantar entonces se transforma en un viaje hacia lo más ínfimo de nosotros mismos.
Por eso, en las clases realizamos una búsqueda profunda cuyo objetivo es encontrar la identidad vocal de cada uno, lo cual no es una tarea sencilla.
Para ello vamos utilizando diversas herramientas que puedan ayudarnos en dicha exploración.
Son muy importantes entonces los ejercicios de relajación a través de un conocimiento amplio de nuestro aparato respiratorio, la autoconciencia de nuestros movimientos, el trabajo expresivo, y por supuesto también la amplia investigación vocal que nos guíe hacia nuestra meta.
Pero también es primordial tener un lienzo donde plasmar todo lo que vamos aprendiendo, una especie de “conejillo de indias”, como digo siempre a mis alumnos.
Es por esto que también trabajamos con un repertorio que nos permite poner en práctica todo el proceso de aprendizaje.
Sin embargo, este proceso es netamente distinto en cada persona. Cada uno tiene un grado diferente de sensibilidad y aprensión; sobre todo en este tipo de disciplinas en las que no es la cabeza quien tiene que “aprender” sino, por el contrario, es el cuerpo el encargado de asimilar los conocimientos. Por ende, no hay un tiempo real ni estimado en este camino.
Es basándome en todo esto, que considero sumamente importante el hecho de poder escuchar lo que uno hace en distintos momentos del proceso de aprendizaje. Por lo tanto, y tomando esta vez como herramienta a la tecnología, acudimos a la grabación.
Este es un punto muy significativo para el artista, ya que convertirse en crítico (moderado) de uno mismo es de gran ayuda para continuar moldeando nuestra obra de arte. Así pues, pasamos más de una vez, por esta experiencia en un estudio profesional.
De esta manera vamos armando un archivo de las diferentes etapas por las que transitamos.
Por último, me gustaría concluir diciendo que cantar no radica en el simple movimiento de las cuerdas vocales sino que implica un ensamble del cuerpo-voz, el alma y la percepción.

Yael Rodríguez.
La pintura: "reflexión", mixta sobre compuesto. Lijohan M. López